Trastornos de la conducta alimentaria en Chile

¿Quiénes son más propensos a padecerlos?

Trastornos de la Conducta Alimentaria: especialistas en salud mental explican qué son y cómo tratarlos

Los trastornos de la conducta alimentaria corresponden a trastornos mentales caracterizados por comportamientos anormales relacionados con la alimentación y que afectan negativamente la salud física y mental de las personas. Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay) y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explica que las formas más comunes de estos trastornos son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón.

El 2 de junio de cada año se conmemora el Día Mundial de Acción por los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), iniciativa creada por la Academia de Trastornos Alimentarios (AED, por sus siglas en inglés) para visibilizar estos problemas de salud, contribuir a su prevención e incentivar la búsqueda de ayuda para obtener un tratamiento oportuno y adecuado. Estas enfermedades se inician habitualmente en la adolescencia. Es en esta etapa de la vida que se comienza a lidiar con los cambios corporales, hormonales y se deben enfrentar expectativas y demandas de índole social, intelectual y sexual. Sin embargo, los TCA pueden afectar a cualquier persona, independientemente de su género, edad o condición social.

No existe una causa única para desarrollar un TCA, sino que hay una serie de variables que pueden influir como, por ejemplo, la predisposición genética, factores ambientales, psicológicos y socioculturales. La obsesión con la comida, con la pérdida de peso, con el tamaño y la forma del cuerpo pueden ser algunas señales de la presencia de este tipo de problemas. Generalmente, estos trastornos se acompañan de otras enfermedades de salud mental (como depresión, ansiedad o abuso de sustancias), de complicaciones médicas físicas (como desnutrición y daño de órganos) y, en ocasiones, puede llevar a la muerte.

Las formas más comunes de trastornos alimentarios son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Estos trastornos son más frecuentes en mujeres que en hombres, en una razón aproximada de 9 mujeres por cada 1 hombre. “Los trastornos de la conducta alimentaria son temas tabús que lamentablemente, por los estereotipos de belleza que se consideran correctos, muchas veces pasan desapercibidos. En nuestro país, en general, se discrimina mucho en cuanto al físico. Entonces, todo ello va alimentando la insatisfacción con el cuerpo”, indica la psicóloga e investigadora colaboradora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), Isidora Paiva.

Por su parte, la doctora Vania Martínez, directora de Imhay y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, señala que “se debe sospechar de un trastorno de la conducta alimentaria cuando existe una pérdida de peso sin motivo conocido, ausencia de menstruación, detención de crecimiento, restricción alimentaria, vómitos recurrentes, realización de ejercicios intensos y excesiva preocupación con la imagen corporal”. Agrega, además, que requieren especial atención aquellos adolescentes que inician una dieta o se hacen vegetarianos.

“También son de mayor riesgo adolescentes con patologías crónicas como la diabetes mellitus insulino dependiente, bailarinas, atletas de alto rendimiento, modelos”, comenta la doctora Martínez.

Acompañamiento y apoyo

Los trastornos de la conducta alimentaria requieren de una atención multidisciplinaria que incluye atención médica, nutricional, psicológica y psiquiátrica, de preferencia por equipos especializados o con alto grado de capacitación en estos trastornos. El objetivo es contar con un equipo de profesionales de diversas especialidades que pueda restaurar en la persona una nutrición adecuada, lograr un peso saludable, reducir el ejercicio excesivo, detener las conductas como la de los atracones y favorecer una adecuada autoestima.

De acuerdo a la directora de Imhay, las restricciones alimentarias y los temores e inseguridades asociados a la figura corporal, si bien son frecuentes en los adolescentes, no necesariamente se constituyen en una patología. “Por ello, es necesario explorar los síntomas de los trastornos de la conducta alimentaria en forma cuidadosa y en un clima de confianza sin cuestionamientos ni juicios de valor”, indica.

“En el tratamiento siempre se debe incluir a la familia o cuidadores principales y, lo más importante, no se deben buscar culpables, sino que se debe acoger a la persona, apoyarle y mostrarse comprensivo con su situación”, recomienda la especialista.

Revisa el video “Hablemos de Trastornos de la Conducta Alimentaria”:

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